Mes pisciano. Tiempo de cerrar ciclos

El mes pisciano abarca desde el 19 de febrero hasta el 20 de marzo de cada año. Durante este período, la energía se encuentra óptima para cerrar ciclos porque corresponde al último mes del año astral.

Veremos qué significa, en lo profundo, este tiempo de consumación.

Cerrar un ciclo, desde la mirada de la Astrología

Como se mencionó en otras oportunidades, la mirada de la Astrología es similar a la del agricultor. Por lo tanto, un cierre de ciclo es el fin de una época que da paso a la siguiente.

En esta última fase del año astral, la energía se interioriza para realizar una introspección que permita procesar cada etapa vivida con el fin de llegar a una síntesis.

De esta manera, se obtiene una especie de esencia de lo vivido, algo así como una semilla -en sentido figurado- que quedará bajo tierra hasta que surja un nuevo impulso que le dé vida.

Sensaciones del mes pisciano

Con el objetivo de llevar a cabo una adecuada interiorización, la mayor parte de la energía se retira del mundo exterior y se dirige hacia adentro.

Esta energía interiorizada está realizando un proceso complejo que genera un gran desgaste energético. Es por este motivo que sentimos pocas fuerzas, especialmente para labores que requieran concentración y eficiencia.

Además, se incrementa la sensibilidad con el fin de captar información relevante de todos los planos de la realidad.

Así, es muy común que nos sintamos más vulnerables y conmovidos. Incluso, podemos sentir melancolía y nostalgia por lo que fue y ya no volverá.

Darle lugar a estas sensaciones permite conectar mejor con el tiempo presente y aprovechar al máximo esta tarea anual tan necesaria.

Languidez del mes pisciano

Tiempo para saldar cuentas pendientes

Dar por finalizado un ciclo requiere, además, aceptar las consecuencias de las decisiones tomadas, por lo que también lleva a poner al día todo aquello que haya quedado inconcluso: conversaciones, tareas, promesas, etc.

Es el mes en el que aparecen aquellas personas con las que tenemos cuestiones pendientes, precisamente para que las saldemos.

Terminar las tareas incompletas favorece la descarga energética que el tiempo pisciano requiere para completar el vaciamiento del ciclo. Además, redundará en un beneficio a corto plazo ya que, lo nuevo que se avecina, tendrá más potencia de arranque porque iniciará sin sobrecarga.

Todo final conduce a un inicio

Cuanto mayor es el vaciamiento que se produzca en el cierre de un ciclo, menos cargas tendrá el arranque venidero.

Atravesar concientemente este mes tan especial es clave para forjar un gran año. Aquí está la energía del tiempo en estado puro y es ahora el momento de alinearla al Ser genuino. Habrá que soltar desprender, dejar ir…

Llegó el tiempo de despedirse de una época y de todo lo que ha significado.

Para ello, el silencio y la reducción de actividades en relación al mundo exterior, nos sintoniza con el cierre del año.

Piscis y Aries corresponden a un tiempo de torbellino

Piscis- Aries: tiempo de torbellino

Tanto Piscis como Aries corresponden a los únicos dos momentos del año en los cuales hay máxima energía con mínima forma.

En Piscis, drenando aquello que no seguirá en viaje.

En Aries, irrumpiendo desde las entrañas.

Pero, como se trata -casi exclusivamente- de energía, los bordes no son claros. Ambos, forman una especie de torbellino en el que se entremezclan las vibraciones de los dos signos.

Por lo tanto, cuando mencionamos el tiempo pisciano, en realidad, se trata de una mayor cantidad de energía de cierre mezclada con algo de la vibración de Aries, de inicio.

De la misma forma, en el tiempo ariano, aún habrá cuestiones por cerrarse, aunque predominen los comienzos.

El mes de las despedidas para cada signo

Cuando llega este momento del año, hay un cierre general porque el Sol se encuentra transitando el último signo del zodíaco.

Si lo analizamos en relación al Sol del signo personal, verificaremos un cierre en un área de vida específica. Allí, es donde se evidencia con mayor claridad este tiempo de finales.

A continuación, se detalla el ámbito de experiencia en el cual suceden, para cada signo:

  • Aries: Algunos aspectos de la vida en comunidad llegan a su fin para dar lugar a una renovación.
  • Tauro: Algunas personas de la red vincular ya no formarán parte en el ciclo venidero. Asimismo, ciertos procesos creativos llegan a su fin, para dar lugar a los nuevos.
  • Géminis: Los finales se verifican especialmente en el área profesional; se cumple una etapa que ya no volverá. También, algunos de los grandes objetivos de vida, finalizan.
  • Cáncer: Determinadas creencias o ideologías terminan porque estaban cargadas de ilusión; no eran reales. También concluye una etapa importante en relación a estudios superiores o de amplitud de conciencia.
  • Leo: Los conflictos llegan a su fin y los cambios profundos que habían producido, también.
  • Virgo: Cierta modalidad vincular en una relación de complementación (pareja y/o socios) ya no continuará porque ha quedado obsoleta.
  • Libra: Algunos asuntos del sistema del cual es parte finalizan por tarea cumplida. Las áreas más relevantes son: laboral y de salud personal.
  • Escorpio: La modalidad de la expresión personal (imagen, estilo, características propias) desarrollada durante el año ha cumplido un ciclo y ya no será acorde al próximo, por lo que deberá finalizar. De la misma forma, ciertas creaciones propias cerrarán una etapa y no volverán, para darle paso a lo nuevo.
  • Sagitario: En el ámbito familiar, algunas formas de relacionarse han llegado a su fin. De igual manera, ciertos asuntos referidos al hogar en el que vive, se dan por terminados, porque lo nuevo está a la vuelta de la esquina.
  • Capricornio: Este mes algunos vínculos se sueltan para conectar con otras personas. Los aprendizajes terminan una etapa importante porque habrá que incorporar nuevos saberes.
  • Acuario: Cierta modalidad del ámbito económico y de generación de recursos llega a su fin por ciclo cumplido.
  • Piscis: Algunos deseos que surgieron durante el ciclo que está terminando, ya no pueden sostenerse porque se cumplieron o no se van a cumplir. En la nueva etapa, surgirán con fuerza nuevos impulsos con potencialidad de realización.

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