Los períodos más importantes de la vida

En la vida existen 3 períodos fundamentales que duran 7 años cada uno.

¿Querés saber cuáles son y cómo aprovecharlos?

Cada 7 años todos iniciamos un nuevo ciclo. Así, a los 7, 14, 21, 28, 35, 42 años, etc. todas las personas cambian de septenio (período de 7 años).

Sin embargo, algunos septenios son más relevantes que otros porque producen cambios más significativos y con consecuencias a largo plazo. Éstos son:

1) El septenio que inicia a los 28 años.

Alrededor de esta edad, ocurre un hecho fundamental que nos despide de personas, trabajos y/o lugares importantes en nuestra vida.

Tiene como objetivo dejar atrás aquello que es una base pero que no tiene que ver con el destino que nos espera. Pero, a esa edad, no se lo vislumbra como «sólo una base porque lo verdaderamente mío está por venir», sino que se lo vivencia como «dolor o abandono por lo que ya no está e incertidumbre por lo que vendrá».

Sin embargo, todos sentimos una «llamita interna» que nos impide volver atrás y nos empuja hacia lo nuevo, lo desconocido.

2) El septenio que inicia a los 42 años.

Se corresponde con la «crisis de la mitad de la vida». También ocurre un hecho que tuerce el rumbo por el cual veníamos.

Esta experiencia es muy fuerte y hay que saber significarla porque no es agradable. Cada quien tendrá su experiencia individual, pero para todos el significado es el mismo: ya no podemos negar quienes en verdad somos y llegó el tiempo de ser auténticos, le pese a quien le pese.

Obviamente, se trata de realizar cambios profundos e importantes en la totalidad de nuestra vida y, específicamente, en aquella área que ha «detonado». Llegó el tiempo de darle lugar a «el otro lado de mí»

3) El septenio que inicia a los 56 años

Sí o sí comienza la última etapa de la vida

Como los otros dos septenios importantes, aquí también se inaugura con una experiencia de cambio que tiene las siguientes cualidades:

  • dejar atrás lo construido en lo afectivo y en lo profesional.
  • experimentar un hecho significativo que lleva a vivir como individuo diferenciado, el cual incluye la SOLEDAD.

La vivencia armoniosa de esta etapa no está en la cultura occidental por lo que una mínima cantidad de personas la vive con plenitud. La mayoría experimenta el comienzo del deterioro en todas las áreas.

La experiencia invita al individualismo dentro de lo social: a ser completos en nosotros mismos y servir al bien común.

La vida incita a soltar, a liberar de cargas, pero sólo a aquellos que han comprendido que la responsabilidad es la puerta de la libertad y que a partir de ahora es posible vivir sin la presión de la mirada ajena.

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