El hábito que ayuda a tu Ascendente

Al Ascendente hay que ayudarlo ya que constituye una energía de aprendizaje. Modificando los hábitos, eso que hacemos en automático, reprogramándolos, obtenemos resultados verificables a corto y largo plazo. Veamos, para cada signo ascendente cuál es el hábito que lo ayuda.
El Ascendente
El Ascendente es la parte más importante de tu Carta Natal. Allí comienza toda tu rueda y esto podemos verificarlo porque el Ascendente indica justo el momento de tu nacimiento.
Dos personas que nacieron el mismo día, pero a distinta hora, tendrán cartas natales casi idénticas, pero rotadas, donde el Ascendente de cada una es diferente, lo que va a implicar que todas las áreas de vida sean distintas.
La energía del Ascendente se te impone cada vez más porque es tu vibración principal.
Al principio de la vida, la experimentás muy espontáneamente, pero luego, el peso de la presión familiar especialmente, la relega a la sombra. Pero no desaparece, sino que la actúan otras personas o se expresa mediante los acontecimientos del destino.
¿Cómo tomar contacto con el propio Ascendente?
Toda energía, sobre todo si es tan importante y se encuentra lejos -en el inconsciente- se expresará de forma distorsionada, en una baja vibración energética, lo que se traduce en experiencias difíciles, desagradables, dolorosas.
Por eso, es tan importante retomar el contacto con el propio Ascendente. Hay formas de hacerlo, pero una que no suele trabajarse es el tema de los hábitos, las rutinas, eso que hacemos en automático, de tan instalado que está.
Cambiar hábitos no es fácil por este tema del automático, pero con acciones constantes, sostenidas en el tiempo, los hábitos se pueden modificar y generar otros que sí nos beneficien.
En este artículo, veremos cuál es el hábito específico que tu misma Carta Natal propone, de acuerdo a tu Ascendente.
Si aún no conoces tu Carta Natal, y por ende, tu Ascendente, podés saberlo con la guía de este artículo.
Hábitos específicos que ayudan a cada Ascendente
En Astrología, hay una casa en la que se encuentran los hábitos. Ésa es la casa VI.
De acuerdo a tu Ascendente, la casa VI se encuentra en un determinado signo.
En este artículo veremos la casa VI arquetípica de cada signo Ascendente que, en la mayoría de las personas coincide con la casa VI real, pero en algunas, la casa VI real puede estar en el signo anterior o posterior.
Hoy lo importante será ver la casa VI arquetípica de cada Ascendente que tiene un enorme peso en todas las personas, más allá de donde se encuentre la casa VI real.
Si tu ascendente es Aries, la casa VI arquetípica tiene la cúspide en Virgo.
El destino del Ascendente en Aries es ser independiente en todas las áreas de vida. Para lograrlo, es importante trabajar el hábito del orden (indicado por tu casa VI arquetípica en Virgo).
Desde lo más básico de Aries, como es el guerrero, no se puede ir a la batalla sin saber dónde están las flechas, porque cuando las necesite no tendrá tiempo de buscar.
Si pensamos en el Ascendente en Aries más actual, con un trabajo independiente como ser dueño de un negocio/empresa, el orden es fundamental porque los trabajadores autónomos tienen que ocuparse de todo. Incluso, si tenés empleados es importante que accedas a un control de qué debe hacer cada uno y si lo está haciendo.
A veces, se cree erróneamente que la persona independiente puede ser desordenada, confundiendo libertad con caos. Hasta el guerrero más básico, el explorador, el que se lanza a la aventura, prepara antes lo que va a llevar y saber dónde puso cada cosa puede ser crucial.
Para el ascendente en Tauro, la casa VI arquetípica tiene la cúspide en Libra.
Todo ascendente en Tauro debiera trabajar en dar importancia a los vínculos, a los otros (casa VI arquetípica en Libra), porque como lo suyo es básicamente hacer dinero, concretar, materializar, las relaciones son fundamentales puesto que la riqueza se basa en la circulación del dinero, es decir, en las relaciones sociales.
Incluso el tema del cuidado de la estética personal es esencial para promover relaciones en las que la otra persona se sienta importante. Ir a una reunión crucial en ojotas, implica que no me importa qué piensan los demás de mí y aquí se trata de todo lo contrario. Es fundamental transmitir que me puse lo mejor, que ese encuentro es importante para mí, que el otro me importa.
Para el ascendente en Géminis, la casa VI arquetípica tiene la cúspide en Escorpio.
El destino del Ascendente en Géminis es explorar sus distintas facetas, incluso sus propios aspectos contradictorios.
Para esto, la casa VI arquetípica en Escorpio es ideal porque, como Escorpio es el signo de la transformación, ir cambiando quién soy sintoniza perfectamente con este Ascendente.
Pero lo escorpiano es un proceso, es decir, está muy bien si lleva un tiempo. Para alcanzar objetivos, primero hay que transformarse en la persona capaz de lograrlo, lo mismo que hace un atleta cuando entrena su cuerpo: cambia su forma para estar a la altura de las circunstancias.
Para el ascendente en Cáncer, la casa VI arquetípica tiene la cúspide en Sagitario.
El Ascendente el Cáncer nació para cuidar de otros, especialmente de su familia, sus hijos y para mantener los lazos familiares y generar una fuerte sensación de pertenencia que brinde seguridad.
La casa VI arquetípica está en Sagitario, lo que implica el hábito de expandir su conciencia.
Ser familia implica fuertes lazos y muchas cosas en común, pero también puede resultar en lazos mafiosos donde los seres queridos se sientan culpables por no hacer lo que se espera de ellos y también puede resultar en «la única forma posible de hacer las cosas es ésta», lo cual implica una castración a las ideas creativas de los miembros de la familia. Por esa razón, mantener el hábito de abrir la mente, la conciencia y dar espacio para crecer y mostrar diferencias individuales garantiza que el afecto sea genuino porque todos pueden ser como son y, a la vez, sentirse parte del clan: una familia que ama a cada quien como realmente es.
Para el ascendente en Leo, la casa VI arquetípica tiene la cúspide en Capricornio.
Nacer con Ascendente en Leo es la potencialidad de llegar a ser alguien importante. Para eso, nada mejor que Capricornio en la casa de los hábitos, puesto que, a diferencia del creer popular, el que llega y permanece, ha hecho un largo camino. El talento natural y la apertura de oportunidades se debe acompañar con trabajo duro, esfuerzo propio, responsabilidad con el destino personal y trabajar solo/a, sin ayuda.
Para el ascendente en Virgo, la casa VI arquetípica tiene la cúspide en Acuario.
Quien nace con Ascendente en Virgo, debe saber que lo suyo no es ser una persona común, uno más que sigue la «carrera de la vida» porque eso, sencillamente no va a suceder. Nació para algo más, para captar, traducir y acercar lo inconmensurable a la vida propia y a la de los demás, a expensas del propio ego. Hacernos saber, con hechos concretos, que somos parte de lo mismo y demostrarlo con su propia vida.
Por eso, la casa VI arquetípica en Acuario indica justo el hábito que debe incorporar a su existencia y es ni más ni menos que romper con lo establecido, liberarse de normas sin sentido porque no es posible captar la totalidad si hay límites que lo impiden. También el hábito de romper la imagen propia y crear siempre una nueva para que el yo no se asiente y que esto permita una liberación del ego para conectar con lo que está más allá.
Para el ascendente en Libra, la casa VI arquetípica tiene la cúspide en Piscis.
El Ascendente en Libra vino a «ser con otro», a compartir su vida con otra persona, tanto con socio como con pareja.
El hábito marcado por su casa VI arquetípica es la empatía, la compasión y el sentirse completo al transitar la vida de a dos.
Por supuesto es un aprendizaje, pero estas actitudes acercan y refuerzan las relaciones.
Para el ascendente en Escorpio, la casa VI arquetípica tiene la cúspide en Aries.
Un Ascendente en Escorpio nunca es fácil. El destino dice: vida intensa. Por eso, nada mejor que desarrollar el hábito de trabajar el propio cuerpo, como lo indica Aries en la casa de los hábitos. La preparación física que incluye: fuerza muscular, flexibilidad, equilibrio, coordinación, alimentación muy energética son lo mejor para sentirse apto para cualquier desafío que la vida proponga. Un cuerpo fuerte está mejor preparado para asumir el poder que le corresponde. De lo contrario, no habrá más opción que someterse.
Para el ascendente en Sagitario, la casa VI arquetípica tiene la cúspide en Tauro.
El Ascendente en Sagitario tiene el gran desafío de confiar en la vida.
Tauro en la casa VI arquetípica indica que una buena manera de demostrarlo es disfrutando de las cosas buenas de la existencia. Y si no estás disfrutando, sería bueno empezar con ese hábito hasta entrenarlo. Cocinarte tu comida favorita una vez por semana, comprarte el perfume que tanto te gusta, planear una cita especial con tu pareja, etc. Se tiene que hacer hábito.
Para el ascendente en Capricornio, la casa VI arquetípica tiene la cúspide en Géminis.
El Ascendente en Capricornio vino, básicamente, a hacerse cargo. Sí de todo. Pero, eso no significa hacerlo todo. Hay una diferencia: hacerse cargo es ser la persona responsable de los hechos, hacer todo es la persona que realiza todas las tareas. Y aquí está el gran secreto de este Ascendente: vino a dirigir, a ser la autoridad.
Qué mejor, para ir entrenándote, que trabajar las relaciones correctas, ordenadas, que cada quien cumpla el rol que le corresponde, incluso a nivel personal. Géminis en la casa VI habla de trabajar ese hábito: el de los vínculos correctos. Y también el hábito de la actualización, de aprender constantemente. Porque tampoco se trata de establecer relaciones basadas en las ideas del 1800.
Para el Ascendente en Acuario, la casa VI arquetípica tiene la cúspide en Cáncer.
El signo de Cáncer en la zona de los hábitos indica la calidez, el afecto, el cuidado hacia los vulnerables.
Quien nace con Ascendente en Acuario, vino a vivir el momento presente, a crear lo nuevo, a experimentar la libertad.
El hábito de establecer relaciones con el corazón abierto indica que se va por buen camino, que vivo el hoy y que cada día se debe vivir como si fuese el último, porque realmente, no se sabe qué va a pasar mañana. Decir te quiero, dar abrazos hoy, porque mañana tal vez no exista.
Para el ascendente en Piscis, la casa VI arquetípica tiene la cúspide en Leo.
El Ascendente en Piscis es tan «especial» como el Ascendente en Virgo, su opuesto complementario. Son signos que están más allá del yo.
En Piscis, no es posible separar la propia identidad de la de los otros y esto suele tener un costo muy alto: la despersonalización, no saber quién soy, perderse.
Por eso, la casa VI arquetípica en Leo, garantiza la propia integridad. Todos somos Uno en un nivel, pero en otro nivel, cada persona es única y debe resguardar su yo.
El hábito de hacer algo sólo para mí, el tiempo dedicado sólo a mí debiera convertirse en rutina. Luego, podrá estar con otros y resonar con lo que les pasa a ellos, pero siempre resguardando ese lugar «sagrado» donde habita el propio ser.
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